Una de las flamantes medidas que incluye el Real Decreto-ley 8/2010, de 20 de mayo, por el que se adoptan medidas extraordinarias para la reducción del déficit público. Es la prohibición de concertar operaciones de endeudamiento a largo plazo hasta el año 2012.

A casi cualquiera que le pongan esto en frente lo primero que piensa es: ¿Cuanto tiempo tengo para endeudarme? y si tienes mucho tiempo la medida no sirve para nada (o puede ser contraproducente). Así que al redactar el decreto la pregunta inversa es: ¿Como de pronto hay que aplicar la medida para que sea efectiva?

Alguien hizo el cálculo muy bien: Ni una semana. Y por la naturaleza de la medida, obviamente, nadie fue avisado (sino estamos en lo mismo: no sirve). No entraré a debatir si es justo o no que de la noche a la mañana te digan: No puedes pedir más financiación a largo plazo. La cuestión es que decidió que el cálculo era incorrecto, y la medida en lugar entrar en vigor ya mismo entrará en vigor el uno de enero. Dando así un semestre entero a los ayuntamientos para “planificarse”.

En un mundo con Ayuntamientos responsables y saneados la financiación a largo plazo debería servir solo para financiar inversiones, infraestructuras, vamos: cosas nuevas. Ni para pagar nóminas, mantenimientos, etc… Es decir, que una medida así en un mundo ideal implicaría que se detuvieran o retrasaran las inversiones planificadas para 2011. O que se buscasen otras formas de financiación (ie: concesionarias, pago en 2012, etc).

Podemos pensar que los ayuntamientos en estos seis meses mirarán cuanto dinero podrán disponer en 2011, que inversiones podrán llevar a cabo y cuanto dinero les va a faltar. También habrá ayuntamientos que se saltarán lo de mirar que podrán llevar a cabo y miraran directamente lo que les va faltar. Y como buenos gestores lo que harán es aprovechar los próximos seis meses para concertar las operaciones de endeudamiento en 2010.

Hoy, que ya tenemos los detalles del plan de austeridad del Ajuntament de Barcelona, sabemos que el ente está concretando una operación financiera (endeudamiento) cercana a los 240 millones de Euros para financiar inversiones en el 2011.

Cualquier ayuntamiento con una mínima capacidad de gestión debe estar ahora mismo echando las cuentas pertinentes: Que debemos recortar; Que podemos recortar; Que haremos en 2011; Cuantoingresaremos en 2011; Cuanto gastaremos en 2011; ¿Cuanto nos falta?. Sacarán esa cifra lo antes posible para empezar a negociar la financiación y cerrarla antes del 1 de Enero de 2011. Lo que no se podrán endeudar en 2011 lo harán en 2010.

Entendemos que los Ayuntamientos (responsables) habrían hecho recortes si o si, de modo que lo que sumen de menos este semestre responde a esos recortes, no a la medida en si que ha quedado cuasi sin efecto. (Con “sumen” me refiero al endeudamiento “normal” del semestre más “lo que sumen” para 2011).

Dije que la medida podía ser contraproducente, ya sabemos que los préstamos se pagan, cuanto más tiempo lo debas más pagarás. De modo que si yo necesito un dinero en Junio de 2011 pero lo pido hoy, pago más en intereses. Es decir, que la medida no solo se convirtió en inútil cuando se aplazó, sino que aumenta el gasto de los municipios.

Y, a parte, tenemos los Ayuntamientos sin tanta capacidad de gestión que: a) pedirán más dinero del que necesitarán pagando más por ello. b) pedirán menos del que necesitarán y se encontraran en 2011 sin dinero para pagar cosas.