Hace un rato hablaba de la opción A de la Reforma Diagonal (Boulevard Diagonal, la opción A), y el viernes escribía sobre la necesidad de reformar la Diagonal (Diagonal, la Reforma necesaria). Lo justo es escribir también sobre la segunda opción, la B. También a vuelo de pájaro.

El ejercicio ahora será imaginarse la “Rambla de Catalunya” o “Les Rambles”, con tranvía y aceras, bastante, más anchas.

Sección de la propuesta B de la reforma diagonal

Ahora tenéis una idea aproximada de los que es la Rambla Diagonal:

Es sensiblemente diferente a la anterior, si bien sigue predominando el tranvia y los espacios para pasear, ahora tenemos una primera acera frente a los comercios (más ancha que la anterior, por cierto) con una primera linea de árboles pegada a ella. Nos encontraríamos entonces una primera calzada para uno de los dos sentidos de circulación con tres carriles distintos: Uno para el TRAM y dos para el resto del tráfico. Uno de ellos, probablemente, BUS/TAXI y el otro para tránsito rodado en general. Después de esta primera calzada, en el centro de la vía, encontraríamos una nueva acera para pasear, con un amplio espacio para pasear y un carril bici separado físicamente del paseo. Ambos flanqueados por dos líneas de árboles. Y nos quedaría la calzada y acera del otro lado iguales a las anteriores.

Aquí también hay cosas malas, y buenas. El hecho de tener los dos carriles bici en el mismo sitio implica que las bicis no estarán tentadas de ir “contra dirección” con tal de ahorrarse cruzar la Diagonal. Y tenemos dos carriles en la calzada, de modo que un accidente o avería no inutiliza por completo la vía.

Pero también hay alguna pega. La carga y descarga ha de efectuarse en la calzada, lo que inutiliza de forma intermitente el primer carril (el del BUS). Suponemos que nadie se pondrá a descargar frente a la marquesina del bus (…) pero eso no significa que el bus no tenga que ir entrando y saliendo de su carril. Igual que con la opción anterior podríamos poner unos horarios para la carga y descarga asegurando que en horas punta ambos carriles sean practicables, y para los que se paren en vehículo privado siempre tendremos ese bonito vehículo con cámaras sobre el techo.

Y la otra, más subjetiva, es que en días de muchísimo calor o frío, el paseo central podría acabar en desuso. Teniendo las aceras laterales, en la central únicamente habrá gente que quiera pasear y los que están en tránsito desde el tranvía a la acera lateral. Si hace mucho frió o calor los primeros, seguramente, estén dentro del TRAM.

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